En Estados Unidos, las pequeñas empresas crean más de 2/3 de los nuevos empleos, mientras que las grandes empresas llevan más de 10 años con una creación de empleo neta casi nula. Además, las pequeñas empresas son aproximadamente el 50 % del PIB del país y emplean al 40 % de la fuerza laboral.
Teniendo en cuenta estas estadísticas, está claro que si queremos reducir el tremendo nivel de desempleo que tenemos en España, el foco fundamental de la administración debe estar dirigido a las PYMES y con proyectos concretos. Y me temo que la Ley de emprendedores es claramente insuficiente para conseguirlo.
Es lógico que las pymes creen más empleo, en una economía dinámica, que debe buscar la continua revitalización de su estructura productiva, lo que solo se consigue promoviendo nuevas actividades. Las grandes empresas carecen de ese dinamismo, puesto que, como sucede en toda pirámide trófica, dependen para subsistir de los que son capaces de crear de la nada (la imaginación, la inventiva, el esfuerzo individual, el mucho riesgo compensado con un exceso de trabjo individual, etc.), de los que se alimentan. Pero, ¿existe en EEUU una Ley de emprendedores, o lo que sucede es que la misma sociedad es conciente de su necesidad, y los protege de forma natural?
Existen en efecto leyes de apoyo a las pequeñas empresas, en concreto la Small Business Act. Aunque creo que el apoyo a la pequeña empresa no es sólo cosa del estado federal, si no de los gobiernos estatales, las municipalidades y una gran cantidad de organizaciones públicas y privadas que ofrecen programas de capacitación, financiación y apoyo variado a las pequeñas empresas. Y no nos olvidemos de su potencial de mercado, claro.