Hoy se ha levantado el día oliendo a miedo,
y toda la semana.
Somos más de dos, contando la sospecha,
y me sobran monstruos debajo de la cama.
Hace un día malo y solo.
Tras la ventana llueven silencios
y se cuelan inseguridades heladas
por las rendijas de tus sábanas.
El dilema de mis brazos es que no saben,
protegerme entre nosotros y este tiempo,
y nuestros besos son escalofríos, falsos retos,
ascuas mal apagadas de goces de otros, pasados.
Yo soy así, ¡rápido me vence el desamor!,
tanto que no llego a sufrir ni las derrotas,
“mind the gap” y a seguir amando.
Ya veo que tú también echas mano del fondo de armario, para sacar abrigos de otras temporadas. Este invierno viene frío, así que todo recurso parece necesario. Me gusta el poema, aunque estoy ansioso por conocer los que escribiste al salir a superficie.