Cuando montamos Chamberi Valley hace más de diez años, allá por 2008, con Alexis Bonte, Iñaki Arredondo, Iñaki Arrola o María Fanjul, nuestra intención era crear un espacio seguro, donde encontrar hombros amigos en los que llorar nuestras penas emprendedoras y compartir algún conocimiento, al igual que habíamos visto hacer, con no poca envidia, a nuestros pares americanos de Nueva York o Silicon Valley.
Por aquel entonces, el ecosistema de Madrid estaba en su infancia, y apenas conocíamos a otros [email protected] con startups que facturaran más de 1 millón de euros o tuvieran un millón de inversión. Y ese fue de hecho el criterio, un tanto arbitrario la verdad, que pusimos para regular la pertenencia al grupo.
Con los años, Chamberí Valley ha madurado, al igual que lo ha hecho el ecosistema. Se convirtió en una asociación, lanzó un Manifiesto y jugó un papel relevante en la concepción y organización de un evento clave para las Scale ups en España: In3, buscando conectar pares a uno y otro lado del atlántico.
Incluso tuvimos tiempo de contar con James Costos, el Embajador de los EEUU en España y Andorra como presidente honorífico e intentar evangelizar las virtudes del emprendimiento tecnológico con políticos de todos los colores. Pero creo que lo más relevante que ha sucedido con el tiempo, es que se ha convertido en un foro donde ayudarnos entre las scale ups madrileñas. Así pudimos entender la mejor manera de desembarcar en EEUU, conseguir una intro con un inversor que realmente te conteste al teléfono o compartir acceso a talento dentro y fuera de nuestras fronteras.
Las startups de Chamberi Valley han generado en estos años más de 3000 empleos, facturando de forma agregada más de 500 millones de euros, y sin pretenderlo, nos hemos convertido en un agente de dinamización económica y de influencia sobre nuevos emprendedores, actores políticos o sociales. Las scale ups son grandes generadoras de empleo, y ya hay datos que lo demuestran, como indica el informa de Index del European Startups project para el Not Optional summit. Hay dos millones de profesionales que trabajan en startups tech en Europa y el informe «European Startups Report» predice que en 2025 serán más de 3,2 millones, con un crecimiento año sobre año del 10%. Algo que vamos a necesitar y mucho en España en la post-pandemia. Necesitamos más de esas 4900 scale ups europeas que generan el 73% de los trabajos tecnológicos en la región.
Pensando en la situación del ecosistema nacional, este año pasado, con el record apabullante de más de 1000 millones de euros levantadas por el Venture capital patrio para invertir en capital semilla y series A, me pregunto qué hubiera pasado si alguien hubiera invertido 250.000 euros en cada una de las startups de los emprendedores de Chamberí Valley en el momento de su entrada en el grupo.
¿Cual sería el retorno de ese fondo que, teniendo en cuenta las algo más de 30 startups que forman Chamberí Valley hoy, habría invertido un total de 8 millones de euros desde los años 2012 a 2019?.
La verdad es que durante los años, algunos de los emprendedores del grupo se han convertido en inversores después de los exits de sus startups (como dice Francois Derbaix, se han vuelto más blandos ;)) y algunos sí que han invertido en startups de otros miembros: Arrola con KFund en Saluspot, CARTO… , Ander con Alliron en Ontruck o Cream esports, Aquilino con Kibo en CARTO o Job and Talent…, etc
Pero en este ejercicio virtual, he buscado analizar qué hubiera pasado si al estilo del fondo Endeavor Catalyst, que invierte una cantidad determinada en todos los emprendedores Endeavor que cierran una ronda cualificada por el simple hecho de ser aceptado como miembro del grupo, tuvieras el derecho y la obligación de aceptar un ticket de 250K euros del “Fondo Chamberi Valley” a la valoración pre-money que tuviera la startup en esa fecha de entrada en el grupo.
Y los resultados son espectaculares.
En estos años, contando en cada caso desde el momento de su entrada en el grupo, las startups de Chamberi Valley han aumentado su valoración en 4X, desde 1000 millones a más de 4000 millones y si quitamos al claro outlier del grupo, sin nombrar al elefante, digo unicornio :), pasaríamos de 400 a 3000 millones, un 7,7X.
Y tomando métricas de rendimiento de un fondo, el DPI actual (Distributions to Paid-in-Capital) es de 1,86X y el TVPI (Total Value to Paid-in-Capital) de 4,9X.
La valoración media de entrada hubiera sido de 11 millones pre-money y la valoración actual (explicita por un exit o implícita por incremento de valor aún no realizado) de 88 millones!. Y todavía les queda mucho por crecer.
Por tanto estamos ante el que habría uno de los mejores fondos de capital riesgo de España! (Lástima que no haya info pública de otros fondos!). Y en el percentil 90 de los mejores fondos de Europa. Me pasa como con la inversión en bitcoins que no hice en 2016, invertir en mis colegas era otra acción obvia que no tomé estos años. Al antiportfolio personal que va.
Y no querría sólo pensar en el retorno de la inversión, ese ROI financiero también ha generado un impacto multiplicador, como el de una piedra que se lanza en un estanque, en el que las olas van llegando cada vez más lejos con efectos insospechados. Los productos creados aquí se utilizan a nivel global, los empleos cualificados que sean han creado actúan como imán de atracción de más perfiles innovadores, la inversion captada en el extranjero que podría ir a otros lugares revierte en España y se crea un efecto de red, por el que nuevos [email protected] tienen mayores facilidades para crear proyectos ambiciosos y de alto impacto (sin olvidar la sostenibilidad) ayudando al ecosistema en un «rinse and repeat» interminable y virtuoso.
¿Qué nos dice esto del futuro?. Creo que todavía estamos al principio de este viaje, considerando que la inversión per capita española en Venture capital está 13 veces por debajo de la estadounidense y 2 veces por debajo de la francesa. Y parece claro que las redes de pares de confianza son buenos filtros para el talento, la ambición y para encontrar esos perfiles excepcionales y únicos que crean las compañías con mayor proyección.
Así que creo que tiene mucho sentido invertir de forma sistemática en los emprendedores escogidos por los propios emprendedores que están empezando a tener cierta tracción, y después acompañarles a lo largo del tiempo, esperemos que hasta la IPO.
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