O, cómo llevar una startup desde la idea hasta 2 millones de inversión, aquí mismo, en España.
La moda del emprendimiento sigue creciendo por acá, a ritmo casi descontrolado. Mucha gente quiere ahora montar su startup web y, ¡pum!, en un par de meses tener una valoración de varios millones, vender a Google o Facebook, y ale, a vivir del cuento.
Me encuentro muchos emprendedores wannabe en eventos, que te dicen sin despeinarse, “todavía no tengo ingresos y sólo 2.000 usuarios, pero mi valoración pre-money es de 6 millones”.
Pero, amigos, esa no es la realidad de los emprendedores.
Este camino exige mucho más esfuerzo, suerte, zozobras y alegrías de lo que parece. Emprender implica salirse de la zona de confort hacia un abismo de incertidumbres, con el propósito de hacer crecer una idea y transformarla en algo tangible.
Por eso quiero compartir la historia de unos grandísimos emprendedores, los fundadores de Marfeel, que son el ejemplo paradigmático de lo que es el camino a recorrer por una startup en este país.
Y como ya conozco vuestra querencia por los gráficos, os incluyo el “camino ideal de una startup en España” en 7 cómodos pasos :).
Xavi Beumala, además de un crack, era un ingeniero con amplia experiencia en empresas internacionales y el convencimiento de que se podía innovar en el sector de los medios online y su consumo en tablets.
Al poco tiempo convenció a un amigo con visión comercial, Joan Balés, para lanzarse a la aventura empresarial. Dejó un trabajo internacional en una empresa que es el destino ideal de muchos profesionales, ganando una pasta y con una importante carrera por delante, para crear Marfeel, no sólo dejando de cobrar su sueldo, si no invirtiendo sus ahorros para poder empezar.
Primero, creó un prototipo básico de su producto y se lo enseño a más de 60 personas (conocidos o no) buscando feedback desde muchos ángulos distintos.
Con ese bagaje, un powerpoint muy trabajado y muchísimas ganas, Marfeel, se plantó en Madrid para participar en el campus Seedrocket. Y allí nos consiguieron convencer, por su entusiasmo y su experiencia previa, de que podrían revolucionar el modo en el que los medios online presentan sus contenidos y publicidad en tablets.
Así pues, llegaron al primer hito de su vida como startup, consiguieron una inversión inicial de Business Angels y mentores como Marek Fodor, Jesús Monleón, Diego Soro o yo mismo.
En palabras de Xavi, “Lo más importante con diferencia de vuestra entrada es que de repente ya no estábamos solos. Gente con experiencia contrastada y de mucho éxito habían creído en nosotros y en el proyecto. ¡Eso da alas! Un primer stop-and-go- de que esto puede llegar a algo.
El otro factor que habéis aportado son las múltiples conversaciones de bar que he tenido con todos vosotros. Es de increíble ayuda poderse sentar con alguien con un visión fría, y aunque distante, hay implicación directa y sobre todo con causa de conocimiento (todos habéis pasado por las situaciones que hablábamos). En ningún caso nadie me habéis dicho lo que tenía que hacer, pero sí lo que habíais hecho y dónde os habíais equivocado. Ese es el valor que no tiene precio!”.
A los pocos meses les llegó la oportunidad de entrar en Wayra Barcelona. Con nuestro asesoramiento y ayuda para acceder a presentar sus ideas ante la gente adecuada, fueron seleccionados y consiguieron una nueva inyección de capital, además de la imagen pública y el espacio para trabajar que proporciona Wayra.
Además, Xavi y Joan no dejaron de hablar con todo el mundo, usarnos para acceder a clientes corporativos, iterar en su desarrollo tecnológico y aprender como locos sobre cómo gestionar las incertidumbres de esta fase clave.
En ese proceso tan intenso, pasaron otro de los grandes retos de las startups incipientes, un distanciamiento en las posiciones del equipo fundador. Una situación que tantas veces he visto terminar con un proyecto, en este caso fue gestionada con sentido común y generosidad por ambos, y finalmente Joan se desvinculó del día a día del proyecto.
La creciente red de contactos de calidad de Xavi y la extensión que le proporcionamos los inversores le permitió llegar a conocer y convencer a uno de los gurús de nuestro ecosistema patrio, Juan Margenat (fundador de Bongo y Plan B), y convencerle para sumarse al proyecto, como COO. Con Juan, su ambición y su experiencia en estrategia y gestión operativa, se ha formado un equipo de emprendedores potentísimo.
Esto unido a que el producto ha aprovechado su primer año de existencia para demostrar unas métricas acongojantes, con varios grandes clientes de pago y un interés fortísimo de prensa y potenciales compradores.
Por otro lado, Xavi y Juan han sabido presentarse y ganar varias competiciones de renombre nacional e internacional, para mostrar Marfeel al mundo, como TC Disrupt en Barcelona, IAB Inspiracional y TNW.
Y hace apenas unos días, han anunciado una ronda de financiación de 2 millones de US$ con algunos de los inversores más importantes a nivel nacional e internacional como Nauta, Elaia y BDMI, para conquistar el mercado global y escalar como locos.
Parece fácil y todo tiene sentido cuando lo ves retrospectivamente, pero estas 1.000 palabras condensan sólo los hitos, detrás hay trabajo, trabajo y trabajo. Capacidad de tomar las decisiones correctas sin apenas datos, de aprender de los errores, de preguntar, de pedir y de dar, y sobre todo, de sobrevivir, perseverar cada día adaptándose a las circunstancias y al mercado.
No hay recetas mágicas, ni listas de 10 consejos o checklists para llegar hasta aquí. Pero lo que quiero mostraros es que se puede, que con talento, esfuerzo y suerte se pueden crear proyectos de éxito en España.
Y como dice Juan Margenat, sobre todo, “contando con los business angels adecuados :)”.
Aprovecho este post, para explicar por qué me he desvinculado accionarialmente en esta ronda de un proyecto tan espectacular (espero poder seguir siendo su mentor el tiempo que me dejen!). Estoy convencido del éxito de Xavi y Juan, creo que van a revolucionar el mercado de los medios online, pero también creo que necesitan compañeros de aventuras adecuados para cada fase.
El business angel tiene su papel, apostando por locos cuando apenas hay nada creado, ayudando a pasar de la idea al hecho y abriendo puertas de clientes, medios y de inversores más grandes.
Una vez que los VCs entran en la ecuación, creo que sobramos. Nuestra misión está cumplida y simplemente nos terminaremos diluyendo en el proceso. Así que prefiero hacer caja, demostrar al ecosistema que es posible ganar dinero con este hobby y conseguir así el permiso de mi mujer, para invertir en más startups. :).
Pero los gestores de muchos fondos que financian series A, todavía no están de acuerdo con esta opinión. Y consideran que una salida en esta fase de los inversores privados, implica no creer en el proyecto, y sacar dinero de la ronda para hacer pequeños cash-outs, que podría utilizarse mejor dentro de la start-up. Es decir, preferirían que sigamos hasta el exit final.
Pero creo que la ganancia relativa para nosotros es pequeña, y podemos aportar menos ayuda en esta nueva fase, así que espero que cada vez abran más las puertas a hacer pequeños grandes exits tempranos a los inversores iniciales, para seguir invirtiendo en otros proyectos.
Por supuesto, hay otras opiniones muy válidas al respecto, y reproduzco aquí un interesante comentario de de Xavi sobre este asunto, para iniciar una sana polémica:
“Yo como emprendedor, y eso que en Marfeel se ha terciado todo de una forma distinta, tampoco lo entiendo.
Parece que una ronda serie A sea una finalidad de por sí, cuando no lo es. Una ronda serie A es un medio para llegar más allá. Un indicador de que a lo mejor surge una empresa que sobreviva a la intemperie de los 4-5 años. Un indicador de que hay un producto con tracción o un modelo de negocio tentador.
A mi entender, los BA siguen siendo imprescindibles a posteriori de la ronda A, incluso mucho más que antes. Estoy de acuerdo que no jugarán en la liga de los VCs, pero de eso se trata. Se tiene que hacer piña con el equipo emprendedor, seguir aportando esa experiencia del “yo ya he pasado por aquí”. Y aunque la relación personal sea increíble entre emprendedores y BAs, sino hay intereses mutuos de por medio, queda todo en una anécdota.
El hecho de que hay un punto de salida tan temprano en una startup puede fomentar los wannabe, los roadshows y que la gente de profesión quiera ser “emprendedor” y dedicarse a levantar dinero. En realidad tenemos que ser apasionados de nuestro producto y preocuparnos de encontrar un modelo de negocio escalable.
Creo que el valor más diferencial e increíble de SeedRocket es el “yo ya he vivido esto” y creo que el acompañar una fase más sería de gran valor (y opinión personal, más justo económicamente hablando). El hecho de que entre bastante dinero en caja quiere decir que hay muchas cosas por hacer y un altísimo riesgo. El dinero en nuestro caso compra tiempo y paga incertidumbre. Sacar dinero de caja supone tener menos tiempo para ejecutar con más incertidumbre.
Creo que los emprendedores de éxito que hacen de BA es lo que necesita el ecosistema. La adrenalina, visión, experiencia y pasión son impagables.”
Juan Margenat también tercia en la discusión, y opina, “estoy más con la postura de Miguel aunque es cierto lo que dice Xavi, que varios VCs extranjeros alucinaron que diéramos salida a alguien. Pero si yo entro como BA y multiplico por 8-10 mi inversión, mi camino ha terminado ahí. Entre otras razones porque a partir de ese momento mi fuerza es cero y es posible que nunca recupere la inversión.”
¿Qué opináis los demás?
P.s.- Suerte y enhorabuena cracks!, os la merecéis!
Gran artículo.
A ver si en unos años podemos tener una entrada similar en tu blog. 🙂
Un saludo!
Ángel
Estoy de acuerdo con Miguel, desde la perspectiva de comprender qué es lo que se puede aportar al proyecto concreto. Si lo que se pedía es dinero, los BA tienen todo el derecho a plantear la inversión desde la búsqueda de su propia rentabilidad; y si, además, utilizan lo recuperado para reinvertir en otras start-up, ¿qué se les podría objetar?.
Lo que entraría en otro ámbito de la discusión es si la aportación de los BA se reclama también desde el objetivo de incorporar, por ese medio, otras capacidades: ayuda a la gestión o a la comercialización de los productos, discusión de nuevas vías de negocio a añadir al propósito inicial. En esa dirección, habría que analizar qué es lo que los gestores de la start-up están necesitando o reclamando. No parece que, en la mayor parte de los casos conocidos, se esté utilizando esta opción de colaboración, que, sin duda, merecería una reflexión.
Bueno, a mi me parece un gran debate y voy a poner mi punto de vista. Creo que la financiación de una empresa tiene varias fases y por lo tanto en función en la que estés, requieres unos actores diferentes, cada uno debe jugar un papel en el mundo de, en este caso, la startup. Sobre el valor del BA, etc. creo que en este post se explica bastante bien; es simplemente una opinión personal, pero desde mi punto de vista aporta experiencia y dinero, generalmente en unas fases de alto riesgo por la fase no consolidada de la empresa. En mi caso personal, no tanto por dinero, lo hago como una experiencia personal, pero es evidente que nadie quiere perder siempre, por lo que en los casos en los que se puede ganar, uno quiere hacerlo. Yo me divierto en las fases iniciales, una vez la empresa da saltos y entran fondos de inversión (grandes o pequeños), para mi, el valor del BA no tiene tanto sentido y de hecho pierdes control de la empresa con lo que no tiene tanto sentido mi participación y quiero mi salida.
Dicho esto, me gustaría que se entendiera una cosa: invertir en una fase pre-semilla de una empresa, es perder el dinero en una gran parte de las veces: en primer lugar porque el ratio de empresas que mueren es alto; en segundo lugar porque generalmente sólo recuperas la inversión cuando hay una nueva ronda de inversión (que ya sabemos que en España no hay tantos casos) y finalmente porque a pesar de que en pocos casos se puedan hacer rondas posteriores, en muchos casos los fondos que entran no quieren que su dinero sirva para un cash-out (lógico por una parte, pero por la misma regla yo también puedo exigir que un fondo nunca salga de una empresa, siendo esto un debate estéril).
Creo que hay que entender bien desde los propios emprendedores y todos los actores financiadores cuál es el papel de cada uno, y ser coherentes para generar todos los eslabones de la cadena de valor, ya que en caso contrario, si ya es duro a día de hoy, se perderá la oportunidad de que haya gente dispuesta en poner su dinero y tiempo en empresas de nueva creación.
Un gran post! Sólo quería destacar que además de que Xavi y Juan son unos fueras de serie excepcionales, la importancia de roderarse de un buen equipo. Tuve la suerte de compartir la experiencia de Wayra con ellos y el equipo entero de @Marfeel es una maravilla. Nos servían de inspiración a todas las start ups que estuvimos allí.
Un saludo