Hace unos años, tuve la fortuna de disfrutar de una cena en Lisboa, durante el Websummit, con un interesante grupo de emprendedores e inversores.
Me tocó sentarme junto con Aquilino Peña, frente a los fundadores de eToro, los hermanos Yoni y Ronen Assia, que además de ser muy divertidos y estar aceleradísimos, como les pasa a muchos israelíes emprendedores, estaban super bullyish con Bitcoin. Y nos cantaban sus alabanzas, además de recomendarnos que si teníamos dinero disponible, teníamos que invertir, sí o sí, una cantidad significativa pero razonable, en comprar criptomoneda. Pero ya mismo.
A mi otro lado se sentaba, causalidades de la vida, uno de los primeros inversores de Twitter, un tipazo, típicamente americano, opinionado y con mucho sentido del humor. Al más puro estilo Silicon Valley, estaba más que dispuesto a compartir su conocimiento, así que le pregunté humildemente cuánto dinero había metido en su momento en la red social.
Yo, con mi visión un tanto provinciana, pensé que los Business Angels del Valley estarían a otro nivel, metiendo millonadas en cada emprendedor recién salido de Stanford que se encontraran, pero va y me dice “unos 30-40K dólares”, y me quedé muy sorprendido.
Porque en España, las cifras que se manejan en este hobby tan caro que es la inversión seed patria son del rango de 5000 a 30000 euros. Es decir, que no es que desmereciéramos mucho la apuesta.
Así que mi siguiente pregunta lógica, aunque un poco maleducada fue, “Oye, y cuál fue el retorno de la inversión?”. Y me dice el tío: “unos 5 millones de dólares”.
Date, ahí va a estar la diferencia. 5 MILLONES DE DOLARES!!.
Y es que en España, si todo te va bien, y yo he tenido la fortuna de tener estupendos exits en secundarios en Marfeel o Reclamador, consigues retornos de 5 a 10X, (hey, eso sin contar todas las que me han salido mal como Dada Company o Reallylatebooking, que da para un post aparte, que alguien debería escribir).
Así que, si todo va bien, y después de pagar el 21% de impuestos, te da para comprarte en España, como mucho, un Opel Corsa, mientras que en EEUU, si le sale inversión una realmente bien, un business angel puede retirarse, con retornos de 150X!.
Y esa es la gran diferencia que pudimos comentar Aquilino y yo esa noche, entre ser Business Angel por estos lares y por tanto en modo amateur, o hacerlo en ecosistemas con mucha mayor capacidad de crecimiento y de valoraciones y por tanto jugar en Champions. Da que pensar…
Por cierto, no quiero dejar de volver al consejo de los Hermanos Assia . Al acabar la noche, un poco mareados por la realización de que nunca nos haremos ricos invirtiendo en startups a título personal, aunque sea una de las experiencias más gratificantes de nuestra vida, Aquilino y yo nos planteamos seguir las indicaciones de los hermanos. Nos conjuramos, así, a lo loco, para invertir cada uno 100.000 euros al día siguiente en bitcoin, que a la sazón estaba a 300$ al cambio. Es decir comprar cada uno, unos 300 bitcoins.
Estamos hablando de un momento en el que no existía coinbase y no teníamos muy claro cómo se podía comprar criptomoneda, pero nos dijimos, “mañana encontramos el modo”.
Pero al día siguiente, entre la vorágine del evento, las charlas, reuniones, no nos encontramos.
Un año después me llamó Aquilino y con algo de miedo me preguntó:
“Oye, ¿tú compraste los bitcoins aquel día?”
“No tío, al final me lié y se me pasó. Tu?”
“Tampoco…, vaya par.” (Menos mal, pensé yo)
Nuestros 300 bitcoins, habrían alcanzado un valor de 4-5 millones de dólares, y seríamos ahora unos cripto-gurús de libro!.
Si hubiéramos comprado.
Eso sí, siempre nos queda el conducir un Opel Corsa, ¿verdad Aquilino?
P.s.- Incluyo un pequeño hilo que sirve de corolario al post

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